¡Es hora de tirar lo innecesario y no sentirnos mal!

Jerónimo Moretti Jerónimo Moretti
Bretelles de balcon, BACSAC® BACSAC® Eclectische balkons, veranda's en terrassen
Loading admin actions …

Cuando nos tenemos que mudar o cuando tenemos que empacar nuestras vidas en un par de cajas y catalogarlas por ambiente para poder cambiar de casa, ahí aparecen esos ríos de emociones que teníamos ligados a las cosas, y muchas veces ni siquiera lo sabíamos. 

No es tarea fácil desprenderse de todo aquello que nos lleva a un lindo recuerdo o a una persona que quisimos mucho, pero muchas veces nos vemos en la obligación de hacerlo, ya sea por una cuestión de espacio o por necesidad de otro tipo. 

Pero no hay que desesperar: en este libro de ideas, te pasamos algunos tips para deshacernos de lo que no necesitamos.

A aceptar se ha dicho

El primer paso para poder desprendernos de todo aquello que ocupa espacio, trae ácaros o simplemente molesta es aceptar que no usamos todo lo que tenemos en nuestra casa. 

¿Alguna vez usamos ese separador de yema que nos regalaron hace diez años? Si la respuesta es no, es probable que siga siendo no hasta el fin de los tiempos y por eso debemos despedirnos. 

Podemos empezar a tomar conciencia del uso que le damos a las cosas en relación a los años que lo tenemos; si en esa relación hay más tiempo de guardado que de uso, entonces es hora de tirarlo, regalarlo o venderlo.

Deshacernos de lo viejo para recibir lo nuevo

Su pudiéramos hacer un mantra que nos ayude a continuar con el proceso de mentalización para limpiar nuestra casa de objetos innecesarios, bien podría decir: “Deshacernos de lo viejo nos abre la puerta a lo nuevo”. 

Si bien suena a filosofía zen, no es más que una realidad: las cosas ocupan espacio y los espacios son limitados. Por eso es importante saber qué objetos tienen un valor real o son usados de forma habitual para saber bien cuáles no cumplen con estas características. 

Una vez hecho este mapeo mental de las cosas, sabremos qué objetos viejos dejar partir para darle la bienvenida a lo nuevo.

Es más fácil limpiar si hay menos cosas

Los objetos no sólo ocupan espacio físico sobre el suelo y no permiten que se pueda limpiar por debajo, sino que acumulan polvo y ácaros. 

Por eso, cuantas menos cosas tengamos, más fácil va a ser mantener limpio y ordenado el espacio de nuestra casa. Además, un espacio abierto, sin tantas cosas amontonadas, ayuda a despejar la vista y a no tener tanta sensación de agobio.

Pedir ayuda, la clave

Bretelles de balcon, BACSAC® BACSAC® Eclectische balkons, veranda's en terrassen Accessoires & decoratie

Cuando tenemos un apego muy grande por los objetos o tienen mucha carga emocional, es difícil desprenderse. Por eso, pedirle ayuda a un amigo, a un conocido, vecino o familiar puede resultar muy útil. Ellos no conocerán la historia de cada cosa que esté de más y tampoco tendrán la costumbre visual (en muchos casos) de ver tal objeto en tal lugar. 

Pero hay que saber que el pedir ayuda puede tener consecuencias ya que ellos pueden decidir deshacerse de objetos sin nuestro consentimiento (porque están viejos, rotos, están pasados de moda o huelen mal). La clave es saber que la ayuda es una forma de lograr más rápido el objetivo que buscamos, el tener menos cosas inútiles, y no por ello debemos enojarnos con quienes nos prestan su tiempo para lograr el cometido.

Guarda un objeto en una bolsa por día

Una buena manera de limpiarnos de cosas sin sufrir demasiado la pérdida y sin angustiarnos por todas las emociones que ponemos sobre las cosas, es elegir un objeto a descartar por día. De esta manera, y en poco tiempo, habremos podido desligarnos de mucho y habremos ganado en espacio, limpieza y confort

Se pueden usar varios criterios para elegir qué descartar y qué no: 

1- ¿Hace cuánto que no usamos ese objeto? Es probable que si en los últimos dos años no le dimos uso, no lo vayamos a utilizar más. 

2- ¿Cuántos tengo? Si tenemos más de lo necesario, ¡es hora de deshacernos de ello! 

3- ¿Está roto? Si lo está, ¡adiós para siempre! No te quedes con nada que pueda ocupar espacio o generar más desorden. Si es algo que se puede arreglar, entonces podemos intentar repararlo nosotros o pedirle a alguien sepa.

Lo separado, ¡a la venta!

Que nosotros no necesitemos un objeto no quiere decir que para otro no sea útil. Hoy en día, es muy fácil propiciar el intercambio de objetos: no solamente hay comunidades de trueque que pueden ser más que efectivas para deshacernos de lo innecesario y conseguir algo que buscamos, sino que también está la posibilidad de vender en línea. 

Ya sea a través de redes sociales (hay varios grupos especializados en Facebook que contactan a la gente para comprar y vender) o de plataformas ya diseñadas para vender cualquier cosa que querramos.

Hulp nodig bij uw woonproject?
Neem contact met ons op!

Hoogtepunten uit ons magazine