Paseando hemos encontrado una casa hermosa que lleva en sí misma la naturaleza circundante, a través de una comunicación sutil entre los interiores y el fascinante paisaje.
La vivienda fue realizada bajo peticiones específicas de su propietario por profesionales de la talla de Bianka Mugnatto, con la colaboración del Ingeniero civil Helio Fronza y la arquitecta Ana Flavia Vizcaíno. En la construcción, su principal objetivo fue hacer una casa hermosa e integrada a su entorno natural pero igualmente funcional para las exigencias de sus habitantes.
La vivienda fue realizada especialmente con materiales orgánicos y de desecho de la localidad como hormigón expuesto, residuos de demolición como ladrillos y madera, y también madera de eucalipto tratada. Las piedras fueron colocadas manualmente con precisión y detalle, absolutamente coherente con la idea de que los materiales que conforman la obra debían venir del bosque y sus alrededores y estar en armonía con ellos, lo cual nos encantó.
Toda la base de la cocina es de madera, tanto en sus mesones como el juego de comedor, gabinetes y sillas. Un detalle solicitado especialmente por los propietarios fue que debía contar con un horno de leña para recordarles a su infancia. Este horno fue realizado en blanco y resalta del resto de los componentes. El ambiente rústico como de una cocina de hacienda crea un ambiente muy acogedor y familiar.
Toda la casa cuenta con techos altos y angulados que hacen más espaciosos los interiores y dejan una sensación fresca y desahogada. Cuenta con una segunda cocina con diseño colonial e implementos de época, aledaña a una sala de estar/comedor de madera; todo enmarcado con paredes de ladrillo que acentúan el tono rústico de la construcción.
La entrada que comunica con el jardín frontal consiste en una terraza con piso rústico, así como colores y materiales cálidos como piedras sobre un mural resaltante de fondo y los pilares y vigas trabajados con madera de eucalipto. Este espacio y su juego de patio se encuentran directamente separados de la cocina por una ventana que funciona como barra también, con sus respectivas banquetas altas en la misma tónica campestre.
En la segunda cocina, hay otro pedido especial del propietario: un horno de leña al mejor estilo de las quintas coloniales de época. Éste fue hecho a base de barro y hierro, logrando exitosamente recrear los hornos tradicionales de antaño. Incluso pueden verse los troncos de leña cortados listos para ser encendidos: no pasaron por alto ningún detalle.
Vemos además desde esta perspectiva dos juegos de comedor más en el espacioso estar, ideales para recibir mayor cantidad de personas y tener varios ambientes en la misma área, ya que los espacios están integrados y esto aumenta la sensación de tamaño. El toque del piso con un efecto de cemento desteñido va a la perfección con el ambiente rural deseado por los creadores.
La obra fue inicialmente solicitada como casa de vacaciones y descanso, y con el tiempo y espectacular resultado se convirtió en permanente para los propietarios. Fue construida en medio de un terreno de 37 hectáreas, contando con 250 metros cuadrados de tamaño en la construcción.
Y es que por ejemplo, ¿quién no siente lo acogedor de esta sala de estar con TV además comunicada lateralmente con el hermoso paisaje tropical?
En el pasillo al salir de la sala, inmediatamente nos encontramos con esta fantástica escalera, única en su estilo y perfectamente adecuada al diseño general. Su base y escalones están totalmente labrados en madera de eucalipto. El pasamanos se realizó en madera de tipo peroba rosada, y la vista de noche aumenta en elegancia con el efecto de las luces suaves distribuidas uniformemente en la parte inferior de éste.
La habitación mantiene el estilo sobrio adaptado al ambiente circundante y contiene en sí un aire sereno y de paz. Se colocaron prudentemente lámparas sencillas en forma de candelabro y se emplea de nuevo la madera como elemento preponderante en el piso y los componentes del juego de cuarto.
Todos los marcos de ventanas y la base del lavamanos se hicieron en madera, contrastando con el blanco de la bañera, paredes superiores y juego de baño, y los colores tierra y azul de la cerámica en la pared y piso. El segundo piso de la casa con los acogedores cuartos y baños aumenta en su sencillez la calidad rústica y familiar de esta espectacular casa de campo.