En el libro de ideas de hoy queremos compartirles 6 tips para convertir el living en una galería de arte.
Y ya que hablamos de cómo incorporar arte en nuestros espacios, queremos acercarles este otro libro de ideas con varios consejos para hacer más interesantes nuestras paredes.
Convertir el living en una galería de arte es mucho más fácil de lo que parece. No queremos decir con esto que debamos invertir grandes cantidades en piezas de artistas renombrados ni mucho menos. Todos tenemos recuerdos, fotografías, posters, esculturas o adornos por los que nos sentimos atraídos en su momento y seguramente podamos catalogar este conjunto de piezas como nuestra pequeña colección
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Por otro lado, si nos hemos dado cuenta que nuestras paredes y espacios se sienten vacíos porque nuestro foco ha estado puesto en otro lado, siempre podemos hacernos de cuadros o fotos realmente fascinantes que no tienen ningún costo en las galerías gratuitas de Wikipedia, por ejemplo. El gasto sería la impresión y los marcos y si bien no hay muchas formas de ahorrar imprimiendo, es posible hacer nosotros mismos la parte del enmarcado y ahorrar por ese lado. Otra recomendación es seguir a artistas emergentes, ya que no sólo estaremos dándole un empujón a individuos muy talentosos que están empezando, sino que también encontraremos obras de arte geniales a mejores precios que las de artistas muy famosos. Aquellos de nosotros que tengamos una vena artística podemos probar con la fotografía, la pintura, el dibujo o la escultura y ver qué tal.
Como decíamos más arriba, la idea del living como galería de arte se trata mucho más de cómo presentar estas piezas que de armar una colección en sí.
Por ello la finalidad de esta nota es que una vez tengamos nuestra colección, el ambiente social por excelencia que es el living sirva como un lugar de exhibición.
Para ello debemos tener en cuenta varias cosas antes de empezar. La paleta de color que queremos lograr: no existen reglas, pero sí debe ajustarse al gusto de cada uno. Luces especiales que destaquen las piezas más importantes, ya sean cuadros, esculturas o adornos. Mezclar varios estilos y formas. Dejar espacio entre el arte y el mobiliario o el conjunto resultará abrumador más que artístico. Elegir con cuidado los tipos de marcos que vayan con las pinturas, dibujos o fotografías, con las paredes y con el estilo del ambiente en general. Por último, tenemos que buscar un conjunto que se sienta fluido, orgánico y para nada forzado.
Es importante aclarar en este punto, que no existen reglas que seguir. No hace falta subordinar el arte a la paleta elegida para el ambiente ni mucho menos. Nos referimos más a casos en los que la persona en cuestión quiera mantener el living dentro de ciertos límites cromáticos. Si éste es el caso, podemos armar una paleta de 4 o 5 colores y subordinarnos a ella. Un buen ejemplo es este espacio de Filippis/Dip en el que los colores funcionan de maravilla. Encontrarán más imágenes e ideas en su perfil.
Las luces focalizadas iluminando las obras de arte que incorporemos en el living contribuirán a darle a este ambiente un aire que evoque museos o galerías de arte de manera instantánea.
Además de ser estéticamente fabulosa, esta práctica contribuye a darle a cada pieza la atención e importancia que merece, permitiéndonos apreciarla en todo su esplendor. Las luces embutidas en estantes, techos o paredes harán su trabajo prácticamente sin que se note.
Un poco de caos suele agregarle mucho encanto y juventud a nuestros ambientes. Usar nuestra creatividad y no tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio suele funcionar.
Mezclar diferentes piezas, técnicas, tamaños, formas y texturas enriquecerá el living y nos hará sentir mucho más libres a la hora de decorar. Podemos mezclar óleos con acuarelas, fotografías a color y en blanco y negro, posters, cubiertas de discos de vinil, cualquier cosa que nos resulte divertida y que contribuya a crear un efecto artístico y un poco caprichoso.
Este punto es muy importante. Al tener el living una función clara como cuarto de estar para recibir visitas, si nos concentramos exclusivamente en que parezca una galería de arte, estaríamos alienando al espacio de su utilidad más básica.
Es vital encontrar el equilibrio entre objetos artísticos y de adorno y los muebles. Trataremos de mantener una distancia entre unos y otros a la par que evitamos recargar excesivamente el living. No queremos terminar en un ambiente en el que las visitas no se sientan cómodas de moverse por temor a romper algo.
Acá les mostramos el living de la foto desde otro ángulo.
Cuando buscamos marcos para nuestros cuadros o fotografías debemos fijarnos bien en dos cosas: que vayan con la pieza en sí misma y que no desentonen en el ambiente como parte de un conjunto.
Hay cuadros maravillosos que pierden mucho con el enmarcado, como hay algunos que no son gran cosa y se ven imponentes con un marco bien elegido. Luego hay que pensar que tenemos varias piezas que queremos que vayan juntas y que además el living en sí tiene un estilo que no queremos desvirtuar.
Cuando incorporamos nuestra colección de arte en el living, tenemos que jugar con los colores de las paredes y los muebles, el plano del espacio, las alturas, la luz natural y la iluminación artificial y el flujo de energía del ambiente.
Si logramos equilibrar estas variables el resultado será un conjunto que se nos presentará fluido, orgánico y muy natural. Sabemos que vamos por mal camino si empezamos a sentir que la distribución del living empieza a generar tensión más que armonía y que el conjunto resulta forzado y para nada espontáneo.
