Era una casa normal y corriente, sin muchas pretensiones. Ni siquiera el gran jardín ni la piscina conseguían arrojar algo de luz en este paisaje desolador. Y es que, los años no habían pasado en balde tampoco para ella. Necesitaba un cambio, era evidente, y LowDECOR lo hizo posible. Formado por un equipo de arquitectos, este estudio ofrece soluciones vanguardistas y personalizadas a aquellos que buscan un cambio de aires en los espacios de su casa. Existen tres tarifas, según el grado de intervención que busquemos, y su funcionamiento es muy sencillo: subes una imagen a la web y en un corto periodo de tiempo obtienes el resultado. Pero lo mejor sin duda es el presupuesto: adaptado al tipo de intervención y a los bolsillos de los clientes.
Hoy conocemos uno de sus proyectos más interesantes, la transformación de una vivienda unifamiliar, a través de una selección de imágenes del antes y el después.
Un azul y un blanco roto pintaban las fachadas de esta vivienda unifamiliar de cubiertas inclinadas. A pesar del jardín, el arbolado y la piscina, el paisaje era bastante desolador. Los materiales estaban anticuados, así como las formas de la casa, que respondían a la forma tradicional del arquetipo de casa. ¿Cómo podía mejorar esta pieza de arquitectura doméstica? ¿Cómo podía volver a brillar con luz propia? LowDECOR diseñó un proyecto que consiguió actualizar exteriores e interiores sin renunciar a su esencia. A continuación, el resultado.
Aunque la casa parece una totalmente diferente, si observamos en detalle podemos contemplar como la antigua fachada y el tejado a dos aguas se asoman entre el nuevo juego de planos inclinados. Además de ampliarse el antiguo volumen, la casa tomó una imagen exterior moderna y renovada. Para no perder de vista su antigua esencia se empleó una paleta de colores similar a la anterior, protagonizada por diferentes tonalidades de azul. Además de intervenir la construcción, se rediseñó el jardín y la terraza exterior, con nuevos pavimentos, mobiliario y especies vegetales.
Para unificar el exterior con los interiores se empleó el mismo sistema de planos para definir y organizar las estancias. En esta imagen nos asomamos a la cocina, delimitada por planos inclinados en forma de tabiques que suben por el techo y cambian las escalas y percepciones en los diferentes espacios. Los colores en el interior son exactamente iguales a los de las fachadas, dando continuidad al proyecto formal y estéticamente.
Pero los planos inclinados no se construyeron aleatoriamente, sino que se integraron de manera que tuvieran una funcionalidad específica. En el caso del dormitorio un muro blanco independiza la zona de cama del vestidor y actúa como cabecero, y otro que baja del techo da forma al almacenamiento. También aquí el paisaje es similar, creando una imagen laberíntica gracias al cambio de tonos de la paleta.
Es en el cuarto de baño donde la materialidad cambia y se introduce el gresite, perfecto para ambientes húmedos como este. Las formas y los colores siguen siendo los mismos, incluso en piezas de sanitario como el lavabo, diseñado a medida para adaptarse perfectamente al espacio.
La reforma de esta casa cambió su estética, mejoró la funcionalidad de sus espacios y sacó mayor partido a sus privilegios, como por ejemplo, las vistas. Además del jardín y la piscina, la casa cuenta con una situación envidiable junto al mar. La ampliación de la casa introdujo espacios nuevos como esta terraza.
El proyecto involucró la reforma de la casa, el jardín y, por supuesto, de la piscina. Esta última se convirtió en uno de los lugares más especiales de la casa, fundiéndose con el azul del mar y perdiéndose en su horizonte. Su formas curvan contradicen a las de la casa, creándose un interesante juego de contrastes.
Hasta aquí el recorrido por este antes y después. Si te ha parecido interesante, te recomendamos: