Las mesadas de granito siguen teniendo fanáticos que no las cambian por nada, a pesar de que la tecnología ha sumado opciones similares en el mercado. La razón principal es que esta piedra transmite mucha riqueza visual, por lo variado de sus vetas, brillo y colores y porque nos da la posibilidad de revestir superficies y aprovechar esas cualidades minerales y orgánicas, sin llegar a costar tanto como el mármol.
A pesar de ser un revestimiento bastante clásico y tradicional, se ve sensacional con estilos más contemporáneos. Su resistencia y durabilidad son legendarias, su mantenimiento nulo y a la larga, el gasto adicional puede considerarse una inversión que se pagará sola a medida que pasen los años y los topes de granito continúen tan flamantes como el primer día.
Los diseñadores de cocinas siempre lo ofrecen entre sus opciones para mesadas, topes o revestimientos de pared y es en este ambiente donde el granito brilla como pocos materiales de revestimiento. Su resistencia a altas temperaturas, su lavabilidad, el hecho de que no se rompa, raye o raje con facilidad, su capacidad de soportar agua y humedad casan muy bien con las funcionalidades de la cocina. Sus vetas granuladas son grandes aliadas en uno de los ambientes que más se ensucia, ya que es difícil distinguir motas de polvo o manchas sobre esta piedra.
Se denomina granito
a una variedad de rocas ígneas plutónicas con consistencia granulada (de ahí su nombre), que tengan un contenido de cuarzo que oscile entre el 20% y el 60%. Siendo de las piedras más resistentes que existen, se utilizan con frecuencia en el recubrimiento de edificios, ya que no se erosiona y es capaz de resistir los embates de agentes tan dañinos como la lluvia ácida. El granito requiere de un pulido esmerado, razón por la cual en la antigüedad su presentación es más tosca, ya que no se contaba con la tecnología que tenemos hoy en día.
Combinado con los muebles de cocina adecuados, el granito y sus distintas tonalidades pueden hacer de la cocina un ambiente realmente de revista y el comitente puede estar tranquilo sabiendo que su mesada de granito jamás pasará de moda, ni se verá deslucida aunque pasen 30 años.
Por tratarse de un material que aguanta altísimas temperaturas, resistente al impacto y rayones, que no se erosiona ni se ve afectado por la humedad y que además se limpia en un santiamén, el granito sigue siendo una opción popular para mesadas de cocina. Nos permite cortar sobre esta superficie directamente apoyar cacerolas calientes sin protección y sin importar cuánto se salpique o manche, verse listo con sólo pasarle un repasador húmedo o un jabón muy suave.
En las cocinas, baños, pisos o paredes, el granito tiene sus ventajas y sus desventajas como todo en esta vida.
Una de las mayores ventajas del granito es su resistencia, aguanta todo, golpes, la erosión, las altas temperaturas, el fuego y la humedad. En términos estéticos ofrece una gama de vetas y colores más amplia que otras piedras y la posibilidad de presentar diferentes niveles de brillo dependiendo de su pulimento. Se trata de un material de bajísimo mantenimiento, que en cambio tiene un nivel muy elevado de rendimiento. Perdura en el tiempo y si no mediaron circunstancias extenuantes, mantendrá las cualidades que tenía desde el primer día.
La contra de este material es que se trata de una piedra muy dura y muy pesada. Hay que aparejarla con muebles de cocina que puedan soportar ese peso o de lo contrario nos encontraremos con secciones hundidas o desniveladas. Por tratarse de un material tan duro, la vajilla y cristalería sufren sus embates, ya que al golpear cualquier pieza de cristal, cerámica o vidrio contra el granito es poco probable que no se rompa en mil pedazos.
Los tipos de granitos son muchos, ya que como comentábamos arriba, engloban una gran variedad de piedras con acabado granulado que presenten cuarzo en su composición. Los tipos dependen de su densidad, dureza, porosidad y aspecto exterior. En la Argentina tenemos una buena selección de granitos nacionales, aunque las piedras brasileras están ganando terreno dentro del mercado.
El granito reconstituido es una mezcla de hecha con distintos tipos de granitos naturales, cemento Portland y arena, que se vierte en moldes, se somete a calor y tarda en secar aproximadamente un mes. Es una técnica que se usa sobretodo en pisos, aunque también la podemos ver en mesadas para la cocina. Su acabado es muy similar al de la piedra natural.
Los precios de las mesadas de granito por metro cuadrado varían desde AR$ 3.500 hasta AR$ 10.000. Los más baratos son granitos argentinos, mientras que el más costoso es el granito negro absoluto chino.
Si bien se trata de una superficie de bajísimo rendimiento, algunas reglas de oro y cuidados básicos nos ayudarán a que nuestras superficies y mesadas de granito se mantengan siempre como nuevas. No deben usarse para limpiarlas jabones o detergentes abrasivos, ni tampoco exponerlas al contacto con limpiadores de hornos, por ejemplo. Si el agua se mantiene estancada sobre el granito terminará por mancharlo. Los impactos demasiado fuertes pueden rajar o romper la mesada, es mejor no usar cacerolas o utensilios de cocina demasiado pesados que pudieran caer sobre el granito y romperlo.
La eterna rivalidad de las piedras naturales en las mesadas de la cocina es bien conocida y las diferencias entre ambas se reducen a su composición: el mármol tiene calcio y el granito cuarzo. La presencia de calcio en la composición del mármol lo hace más poroso, quebradizo y delicado, mientras que el cuarzo le brinda al granito sus cualidades de resistencia y durabilidad. Entonces si bien el mármol se considera el más elegante de los dos, también es una piedra que requiere muchísimo mantenimiento y es más susceptible a mancharse o romperse. El granito, por su parte, no presenta ninguna de estas desventajas. Claro que para los adoradores del mármol, ni siquiera lo delicado de este material podrá disuadirlos de optar por esta piedra, tan clásica y señorial. El granito se ve mejor con estilos más rústicos y menos minimalistas y monocromáticos.
Además de las opciones ya mencionadas acá como granito y mármol, existen otras piedras naturales como el cuarzo o compuestos más modernos como el silestone. Otra opción tradicional son las mesadas de madera. Si se utiliza una madera resistente y rústica, envejecerá bien. También podemos encontrar lajas de piedra, cerámicos, azulejos o venecitas, además de concreto o cemento alisado. Para acabados más originales podemos utilizar resinas, polímeros o pintura epoxi, saliéndonos por completo de las opciones tradicionales. Para una impronta industrial, las mesadas de acero inoxidable son las indicadas.
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