La casa más bella de Suramérica

Evaly Contreras Evaly Contreras
Casa Martindale, JUNOR ARQUITECTOS JUNOR ARQUITECTOS Klassieke huizen
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Cuando el diseño de una casa es un encargo especial, basado en las ideas y deseos de sus futuros propietarios, las especificidades juegan a favor de un modelo único en su estilo. En este caso, visitamos una casa de 660 metros cuadrados encomendada al estudio Junor Arquitectos en el año 2006, ubicado en Pilar, en Buenos Aires. Su construcción fue solicitada bajo las exigencias de una pareja italiana, y por eso está organizada alrededor de un jardín abierto que da el toque de luz y flujo de aire continuo al resto de sus ambientes, de acuerdo al clásico uso de los espacios en los diseños de la pintoresca Italia tradicional.

La cocina como lugar favorito

Para la cocina se emplearon mesones con cerámica de colores neutros a cuadros, y gabinetes de madera blanca; todo esto confluyendo en un diseño delimitado pero espacioso en forma de “L” completado con un sector separado central para ubicar la cocina propiamente dicha. El estudio arquitectónico prestó especial atención a esta área por petición de los propietarios, quienes resultaron ser grandes aficionados al arte culinario.

Rústica pero delicada

Lo primero que atrapa nuestra atención en el exterior es el toque natural y cuidado de los jardines y áreas verdes, empleando un paisajismo que contrasta con la adopción de un piso tipo mosaico de color. Se observan las ventanas como arcos semicirculares, típicas de la arquitectura abovedada románica. Se empleó una cobertura de plástico en color neutro que contribuye al acabado campestre de la fachada, así como un tejado colonial a lo largo de la estructura.

Combinación de madera y luz natural

El comedor encuentra un equilibrio entre lo sobrio y lo natural al dejar una gran abertura de comunicación con el jardín, aprovechando toda la luz natural posible. Cuenta con la madera como elemento semi-protagonista, ubicandola en el cielorraso, marcos de cuadros y muebles; incluyendo la base de la mesa y sillas del juego de comedor, que se complementan con un estampado en colores divertidos.  En la parte superior, la lámpara tipo candelabro da el toque elegante y gótico a la habitación; y en el suelo contrastaron los cuadros de porcelanato texturizado en un color neutro para reflejar la iluminación exterior.

Espacios sutilmente delimitados

Un detalle moderno y alejado de lo convencional es la chimenea con fondo de vidrio translúcido empotrada en el muro que separa el comedor y la sala. Esta añadidura altamente estética aumenta la ya presente sensación de amplitud del salón principal, y confirma la comunicación entre ambientes como algo muy importante en la temática general de la vivienda. Los amplios ventanales que comunican con el exterior cuentan con vidrios reforzados para evitar las pérdidas de frío o calor. Toda la instalación cuenta con un sistema combinado de climatización para repartir uniformemente las temperaturas: piso térmico para la calefacción y sistema de aire acondicionado para la estación de verano

La calidez como protagonista

La intimidad del cuarto principal viene dada por el conjunto de la cama y sus pilares hechos de madera modelada, con el piso de madera y una chimenea, sin la más mínima sobrecarga al acogedor ambiente.

Un espacio acogedor

Finalmente, en uno de los baños principales, nos encontramos de nuevo con el uso versátil de la madera: el mesón donde se ubica el lavamanos con cubierta anti-humedad, zócalo y marco del espejo (con el interesante toque de las borlas laterales); todo esto se incluye en un espacio de color vivo que además reúne todos los accesorios que brindan una sensación de calor de hogar como cestas, velas, tabla para jabones y hasta la toalla de manos blanca a contraste con el resto.

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