Una casa de madera ¡moderna y sofisticada!

Silvia Pino Silvia Pino
Woonhuis Ter Borch, Groningen, De Zwarte Hond De Zwarte Hond Moderne huizen
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Groningen, Holanda. En el país de los tulipanes, los molinos y los canales hay vida más allá de los clichés. Los arquitectos del estudio De Zwarte Hond son especialistas en romper moldes y en reinterpretar tradiciones. Y hoy os traemos un claro ejemplo de ello. Se trata de una vivienda unifamiliar de 290 metros cuadrados que usa la madera como material principal en su fachada, al igual que lo hacen las casas típicas holandesas. Sin embargo, su aspecto es completamente distinto. En este caso se han alejado de la cubierta a dos aguas, de los colores vivos y también de la la forma vertical, apostando por la horizontalidad más absoluta.

Si queréis conocer otro tipo de arquitectura holandesa, seguidnos en este recorrido fotográfico a través de las instantáneas de Harry Cok.

La fachada principal

Es espectacular la relación de esta fachada con el entorno. El jardín delantero libera una gran superficie y hace posible que la luz del sol llegue a la fachada sin ningún tipo de impedimento. En países en los que el sol es escaso, casi como un pequeño tesoro, entendemos bien el sentido de las grandes superficies acristaladas tanto en planta baja como en la primera.

El revestimiento de lamas verticales de madera en varios tonos crea una imagen que conecta a la perfección con el entorno natural. Las carpinterías oscuras se encargan de destacar los huecos y de crear ese juego de volúmenes, de llenos y de vacíos. 

La fachada trasera

Si bordeamos la casa, descubriremos que la parte trasera de la construcción difiere bastante de la delantera. Aunque seguimos viendo lamas de madera, ahora aparece otro material que reviste la mayoría de las superficies: la piedra. Un material cuyo color gris y aspecto más frío contrasta con la calidez y la textura de la madera.  La mezcla de volúmenes y materiales configuran la fachada que mira a un nuevo jardín trasero pensado para un uso más privado, aunque igualmente amplio y soleado.

En el interior

El interior nos ofrece una imagen muy diferente de la que veíamos en las fachadas. Aquí todo son tonos neutros, suaves, mucho blanco y beis. El juego de patios y luces, de volúmenes y líneas rectas es el que define la sala central. Un lugar muy amplio que permite el libre movimiento y la apropiación del espacio por parte de los más pequeños de la casa.

La elección de los tejidos y del mobiliario sigue el estilo propiamente escandinavo.

Vistas panorámicas

Desde el salón tenemos una vista panorámica de la ciudad ya que la gran cristalera se entiende como mirador. Una cristalera que da acceso a la terraza, con una decoración propia que quiere diferenciarse del salón. 

En el interior, los muebles minimalistas y los colores claros son los que marcan el estilo y combinan perfectamente con el pavimento de madera. Material de la fachada que se cuela dentro, aunque usada en este caso en un tono mucho más claro.

¿Queréis más ideas para decorar con madera y blanco? Aquí os dejamos otro proyecto que seguro os va a impresionar.

Muchísima luz

Ya sabemos que la casa busca incansablemente la luz. Habíamos visto las grandes cristaleras de la fachada principal y también las ventanas de las plantas superiores. Pero no sabíamos esto. El interior de la vivienda cuenta con un gran lucernario longitudinal que ilumina todo el interior y que ocupa la doble altura.

Un hueco en la cubierta que deja pasar el sol y nos permite mirar las estrellas en las noches más despejadas.

Cocina-comedor

Terminamos con la imagen de esta gran habitación donde encontramos la cocina al fondo y el comedor. Una estancia longitudinal que ocupa toda la profundidad de la vivienda: la cocina se abre al patio trasero y el comedor, al delantero por medio de las puertas de cristal. Es una espacio diáfano y amplio, formado por la cocina en isla, y el comedor, que consiste en un gran mesa de madera maciza y varias sillas Eames blancas.

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