Una reforma con nombre propio

Marisa Alcore Marisa Alcore
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El barrio del Cabanyal, uno de los más antiguos de la ciudad de Valencia, tiene una localización privilegiada. Situado en contacto directo con el mar, este antiguo poblado de pescadores tiene una fisionomía muy particular: viviendas entre medianeras de baja altura, estrechas y profundas, que forman manzanas con calles angostas y de paisaje diferente. Es especial, como el proyecto que os mostramos hoy en este libro de ideas, cuyo emplazamiento se sitúa precisamente aquí. Una antigua casa de pueblo, adaptada en el pasado para alojar un centro de estética, tenía que reformarse para volverse a convertir en una vivienda, una nueva distribución y la reparación de algún elemento por humedades. OSB fue el encargado de hacer realidad la reforma de Rafa, nombre de este proyecto que os mostramos a continuación. 

El espacio

Antes de comenzar a construir esta nueva vivienda se demolieron todos sus interiores. Vacío, el espacio podía leerse de otra manera. Los antiguos techos quedaron al descubierto y su buen estado permitió que con algún que otro cambio se mantuvieran tal y como estaba. Su gran altura, además, jugó un importante papel a la hora de distribuir los usos de la planta. Se eligió una organización tipo loft, empleando el mínimo número de tabiques. Así, la zona de día se abre al acceso de la casa, con salón, comedor y cocina. 

La cocina y lo de arriba

En el fondo de esta zona de día y apoyada sobre un muro se construyó la cocina, abierta al resto de la sala, pero separada de ella por una península. A pesar de que el espacio mantiene su construcción tradicional, la estética de los nuevos elementos incorporados es moderna: líneas rectas y volúmenes compactos. La campana extractora, de hecho, cuelga del techo creando una interesante composición de planos y formas. Pero, ¿qué más ocurre arriba? Aprovechando la gran altura de la vivienda, en el techo de la cocina se construyó un altillo: una estancia separada del resto con usos variados, zona de lectura, rincón más íntimo o estudio. 

El resto de la planta

A la hora de organizar la planta, se construyó un módulo que encerrara el núcleo húmedo de la casa, unificando las instalaciones de baño y cocina. Este volumen también organizó los usos: a un lado la zona de día, tras él, la zona de noche. El fondo de la casa se convierte en la zona más íntima, albergando el único dormitorio de este loft. Un vidrio transparente le separa del resto, dando continuidad al techo de revoltones de la vivienda. Así, la construcción puede quedarse lo más desnuda posible, otro de los objetivos de la reforma. Bajo este propósito, se decidió emplear materiales brutos, como hormigón pulido en el suelo, tableros de virutas orientadas como carpintería, chapa colaborante en el techo del aseo y muros de bloques de hormigón visto. 

El cuarto de baño

Solo el paisaje cambia en el cuarto de baño, donde un cálido revestimiento cerámico de color amarillo cubre las paredes de la ducha con un mosaico de color. 

Todas las obras realizadas en esta casa tuvieron un coste de 25.000 euros, incluyendo la demolición, reparación de humedades y construcción de este nuevo hogar en una casa con historia. 

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