Dos viviendas que se convierten en una

Marisa Alcore Marisa Alcore
Reforma de una vivienda en la c/ Urgell, Anna & Eugeni Bach Anna & Eugeni Bach Eetkamer
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En un edificio típico del Ensanche de Barcelona, los clientes de las dos últimas plantas querían unificarlas y así constituir una única vivienda. A priori está claro que una escalera debía ser el elemento de unión de ambos pisos, sin embargo, el proyecto realizado por Anna & Eugeni Bach quiso dar una vuelta de tuerca más, y hacer que estos dos apartamentos de origen y construcción diferente pudieran constituir un todo, en vez de un agregado de cosas. El inferior, de 65 metros cuadrados, tenía alguna que otra particularidad: tan solo uno de sus frentes daba al exterior, mientras que la otra parte de la planta se iluminaba por un patio que relacionaba cocina y baño. El de arriba, sin embargo, era un poco más especial. Construido de forma sospechosa a posteriori, encerraba parte de la azotea del edificio, unos 40 metros cuadrados que se separaban de los límites dando lugar a un espacio de terraza. No contamos más, el resultado en las 6 imágenes a continuación. 

La zona de día

Aunque se trata de un apartamento reformado íntegramente, las huellas del pasado son visibles en su fisionomía, sobre todo en la planta baja de este dúplex. A la hora de distribuir los usos del nuevo hogar, se optó por organizarlos según su carácter público o privado. Como ocurre en la mayoría de viviendas en altura, la planta baja alberga el paquete de habitaciones de uso más familiar, mientras que la planta de arriba acoge un programa más íntimo para los padres de esta familia con hijos. Siguiendo la tendencia del open concept, los usos de la zona de día se ubicaron en la misma habitación situada en el único frente con vistas a la calle. 

En detalle

En cuanto a la construcción, se procuró mantener todos los elementos antiguos, creando una estética que compagina lo tradicional con lo moderno. Sin embargo, no todas las baldosas hidráulicas que cubren el suelo eran las originales. Tras varias reformas, este apartamento había perdido parte de su pavimento. Por casualidades del destino, la reforma de otro piso en el mismo edificio permitió coger sus baldosas originales, que combinadas con las propias dieron lugar a un suelo en franjas que ayudan a dar continuidad a la planta. Tanto el techo de revoltones como los muros se pintaron de blanco, dejando que alguna pieza de mobiliario, pero sobre todo el suelo, fueran los encargados de introducir las notas de color en la paleta. 

La escalera

La escalera era un elemento de gran relevancia en esta reforma cuyo fin era comunicar dos pisos en altura. Sin embargo, este elemento de comunicación vertical toma un cariz diferente. Se convierte en el corazón de la vivienda en torno al cual gira el funcionamiento de la casa. Situada justo detrás de la cocina y absorbiendo una zona de almacenamiento, la escalera además de comunicar ambas alturas permite que estas se relacionen visualmente. El estudio, situado arriba, cruza miradas con la cocina, apoyando el objetivo de unidad entre estos dos pisos antes separados. Con el fin de darle un carácter especial no solo en su uso, sino también en su estética, se optó por revestir cada uno de sus elementos con un panelado de madera clara en acabado natural. Natural como el flujo entre las dos plantas de este dúplex. 

En la planta de arriba

En la planta de arriba encontramos las estancias de uso más íntimo de la casa: el dormitorio principal, el cuarto de baño principal y el estudio, situado en un espacio que se abre a la escalera. La estética de este nivel cambia con respecto al anterior, y es que los elementos de este piso construido a posteriori no eran dignos de ser mantenidos. Aquí suelo y ventanas fueron sustituidos por modelos nuevos, que, sin embargo, se integran perfectamente en el paisaje. 

Las terrazas

Pero no solo los interiores tenían que unificarse. Cada una de las plantas disfrutaba de una terraza. La de debajo, estrecha por naturaleza, se proyectó para usarla en el día a día. La de arriba, sin embargo, se reservó para ocasiones especiales. Pero, ¿cómo podían unirse ambos espacios exteriores? Se incorporaron dos elementos, además de una estética similar, para unir ambos espacios. 

El toldo que cubre

Una escalera abatible permite subir de una a otra, sin necesidad de entrar al interior y ocupando el mínimo espacio posible. Pero además, un toldo retráctil de color blanco protege de los rayos del sol y unifica ambas terrazas bajo un mismo techo. 

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