Lejos de la arquitectura popular y regionalista, esta vivienda en Écija juega con volúmenes puros y robustos, ortogonales. Y con el hormigón pigmentado de blanco en todas sus superficies. Es un proyecto realizado por Soluziona Arquitectura en el que la relación entre arquitecto y cliente fue crucial para alcanzar el resultado.
Veamos a través del siguiente reportaje fotográfico cómo el proyecto usa los volúmenes para crear nuevos espacios mediante la adición, pero también mediante la resta. ¡Adelante!
La vivienda consiste en la superposición de distintos volúmenes, los cuales van generando a su vez otros espacios. En concreto, son cuatro cuerpos los que definen la construcción: los dos volúmenes horizontales de cada una de las plantas y otros dos verticales. Gracias a esto van saliendo vacíos en los que aparecen zonas de paso y terrazas.
En el interior de la vivienda, los espacios comunes son zonas diáfanas, en las que se comparte espacio para distinto usos. Como podemos comprobar en la primera planta que mira al espacio común mediante una galería completamente abierta. Aquí se ubican varias zonas de descanso y de trabajo algo más privadas que las que podemos encontrar en la planta baja.
En la planta baja la zona común es también un espacio completamente abierto y a doble altura. Sin embargo, un elemento marca los límites entre comedor y salón. Nos referimos a la chimenea de fábrica, la cual se encarga de distribuir los espacios, a la vez que calienta toda la vivienda.
Al otro lado de la chimenea se encuentra el comedor, el cual cuenta -al igual que el salón- con vistas hacia el fuego. Es importante el uso de los materiales en esta estancia, ya que el cristal y la madera del pavimento buscan constantemente dotar a la vivienda de un estilo elegante y sofisticado. Las paredes, son superficies generalmente lisas y de colores claros, como el gris y el blanco.
Desde la galería de la planta primera podemos tener una visión general del salón a doble altura. Esta estancia es la principal, donde se va a dasarrollar la mayor parte de las actividades diarias. Se ha concebido como un patio, como el lugar en el que todo puede suceder.
La sofisticación tiene su mayor representación en al cuarto de baño, donde las superficies se revisten de negro por completo, la iluminación busca recrear un espacio teatral y la ducha de fábrica se concibe como un cubo y se reviste de pequeños azulejos en tonos verdes.
Cada detalle está pensado en esta estancia. Nada es aleatorio.
Y ya en el exterior, no podía faltar la piscina para sofocar los días tan calurosos del verano sevillano. Es en la parte posterior donde podemos entontrarla, protegida de las miradas agenas pero envuelta por todas las ventanas de cada una de las estancias que se vuelcan a ella.
Alrededor de la piscina, una tarima de madera marca la zona de baño y define los recorridos.
Y para completar el espacio exterior, en uno de los vacíos surgidos por la composición de los volúmenes, aparece la terraza, en la que los propietarios van a poder disfrutar sin límites del buen tiempo.