El minimalismo irrumpió con fuerza hace no muchos años. En aquel momento dejamos a un lado las extravagancias y las pomposidades para empezar a experimentar con un estilo totalmente nuevo. Influenciado por el diseño tradicional japonés y tras su recorrido por el campo de la arquitectura el minimalismo en la decoración de interiores es tendencia. Este estilo se despoja de cualquier elemento de más y se reduce a lo esencial. Los muebles serán simplemente los necesarios, no se utilizarán colores estridentes y las líneas del mobiliario serán rectas.
El fotógrafo profesional Miguel Merino nos acerca las imágenes de un piso de estilo minimalista. Las fotografías luminosas y sugestivas que produce el profesional son perfectas para destacar toda la fuerza de este novedoso estilo. Únete a nosotros en este recorrido por el minimalismo y decide que elementos adaptarás a la decoración del interior de tu casa.
Entramos a la vivienda y lo primero que vemos es el vestíbulo. Una estancia amplia y alta nos recibe. En ella no vemos lámparas de techo ni alfombras que aporten calidez, los focos van encajados y tres sencillas mesas son las encargadas de añadir el color. Aunque vemos como la madera está presente en esta estancia -en el gran espejo y en el perchero- lejos de transmitirnos una sensación hogareña refuerza más aún la frialdad del estilo minimalista.
De la entrada pasamos a un único espacio distribuido en varias estancias. La decoración de este salón-comedor nos demuestra que el minimalismo no está reñido con los elementos decorativos a pesar de que estos no deben de ser demasiado abundantes. La hegemonía del blanco se ve afectada por una biblioteca de madera y detalles, como las patas de la mesa, que introducen personalidad y rompen la sensación aséptica de la estancia.
Cruzamos el umbral de la puerta y nos introducimos de lleno en la cocina. Con el minimalismo, se empezaron a diseñar espacios sin mucha decoración en los que la belleza reside en la simplicidad. Muestra de ello es esta cocina de ángulos rectos y líneas sencillas, donde el mobiliario es funcional y a pesar de incluir todas las comodidades de una cocina moderna, estas se escondes detrás de las puertas. El toque afable lo aporta la alfombra, también minimalista, que rompe la supremacía del blanco en favor de las notas de color.
Dado que la belleza radica en la simplicidad, el mobiliario se convierte, en este estilo, en la decoración misma. En la fotografía vemos sillones con respaldos bajos y piezas que no ocupan demasiado. Los mismos tonos se han utilizado en los dos divanes de la imagen y el rojo del circulo en el espacio interior se repite en el patio exterior. El pavimento de madera junto al mobiliario hace que nos salgamos, por un momento, del estilo minimalista. Este espacio nos traslada a un estilo cercano al escandinavo y permite que veamos la faceta más cálida de esta decoración.
Llegamos al cuarto de baño. En esta estancia siguen primando el blanco y la sencillez. El gresite sin color, los lavabos simétricos y el mueble bajo las dos pilas de lineas rectas crean, una vez más, una decoración de marcado estilo minimalista. La colorida mampara de ducha rompe la unidad de la que os hablábamos e introduce un contrapunto muy adecuado que nos devuelve la sensación de estar en casa.
La preferencia de espacios amplios, altos, sin elementos que molesten a la vista son máximas del minimalismo muy presentes en el diseño de esta fotografía. El negro y el toque de color de la alfombra conciben un contraste que rompe la homogeneidad en la estancia. Crea la armonía necesaria sin llamar demasiado la atención, permitiendo que todas las miradas recaigan sobre la escalera. Su barandilla metálica ornamental destaca sobre el conjunto pero el acabado en blanco la hace perfecta para una decoración minimalista.
