Ahorro y eficiencia energética: ¡en el interior de la vivienda!

Cristina Jiménez Cristina Jiménez
REFORMA INTEGRAL DE VIVIENDA ENTRE MEDIANERAS CON PROTECCIÓN DE PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO, M2ARQUITECTURA M2ARQUITECTURA Moderne huizen
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En la eficiencia energética de una vivienda, además de un correcto diseño de la envolvente arquitectónica, hay factores que tienen que ver con su propio funcionamiento interno que resultan de vital importancia. Directamente relacionado con la piel del edificio o envolvente, de la que puedes obtener más información en este libro de ideas, debemos reparar en el tipo de ventanas utilizadas en la vivienda, pues también determinan el correcto comportamiento energético de ésta. Los huecos de una vivienda son uno de los primeros elementos que debemos analizar a la hora de valorar la eficiencia energética de la misma. El tercer gran caballo de batalla es el de las tecnologías utilizadas en la vivienda, la gestión de los recursos utilizados, el diseño de las instalaciones de la casa y los sistemas energéticos utilizados.

Una vivienda será tanto más eficiente energéticamente cuanto más se aproxime a las viviendas ecológicas, que ahorran energía, agua y recursos con el objetivo prioritario de limitar la contaminación tanto en el interior como en el exterior. Persiguiendo este objetivo,  las tecnologías sostenibles utilizadas en este tipo de casas resultan también enormemente eficientes, pues aprovechan recursos como el agua de lluvia, la energía solar o la eólica como fuentes de energía para minimizar el uso de recursos no renovables y no agotar los recursos naturales. La preocupación por conseguir hogares cada vez más eficientes energéticamente tiene, por tanto, un doble objetivo: medioambiental y económicos.

1. La iluminación

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Las ventanas, además, deben maximizar la entrada de la luz y energía del sol al ambiente interior pues ello nos ayudará a reducir el consumo de luz eléctrica, por un lado, de calefacción, por otro, garantizando que el sol haga de calefacción natural de la vivienda. Este aprovechamiento solar debe ir, por ello, acompañado de un correcto diseño de iluminación y del uso de unas bombillas con buen rendimiento, es decir, que necesiten consumir poca energía para dar la potencia lumínica que cada espacio necesita. Unas lámparas de bajo consumo suponen un ahorro de entre un 50% y un 80% respecto a las tradicionales (bombillas incandescentes). 

En lo que respecta a la climatización de la casa, el adecuado control de la entrada de la luz solar a través de las ventanas normalmente necesitará de un complemento de un sistema de climatización, ya sea de un sistema de calefacción o de un sistema de aire acondicionado, si no, de ambos. Esto dependerá de la zona climática en la que se encuentre la vivienda y de las condiciones exteriores de esta.

2. Ventanas: aprovechar la energía solar

Las ventanas son parte de la fachada de una casa, por lo que también intervienen en el intercambio energético entre el interior y el exterior de la vivienda. De hecho, tienen un papel fundamental en este intercambio, pues es por donde captamos la energía solar y, además, son puntos débiles de la fachada en cuanto a pérdidas energéticas. Por ello, se recomienda instalar unas carpinterías y unos vidrios adecuados. De hecho, está comprobado que la sustitución de carpinterías antiguas por unas nuevas y adecuadas a las condiciones climáticas del edificio supone una gran mejora de la eficiencia energética de la  casa.

3. Evitar sobrecalentamiento y pérdidas

Cuando la energía del sol puede provocar un sobrecalentamiento del interior de la vivienda, debemos contar con medidas para proteger a la casa del exceso de radiación solar. Contar con toldos o voladizos que den sombra para evitar la radiación directa, con persianas para controlar la luz del sol, o con contraventanas como las que vemos en la imagen, evitarán un uso excesivo de los sistemas de calefacción para climatizar la vivienda.

4. Los vidrios utilizados

El tipo de vidrio utilizado en las ventanas también es determinante a la hora de evitar pérdidas energéticas. Utilizar vidrios de control solar en las orientaciones que reciben más radiación directa (en España, en las ventanas que dan a Oeste) nos ayudará a evitar el sobrecalentamiento de la casa, reduciendo el uso del aire acondicionado en verano. Así mismo, contar con un vidrio doble, con cámara de aire entre ellos, además de una carpintería estanca que no tenga pérdidas, permite reducir en un alto porcentaje las pérdidas de calor a través de la ventana. 

Los vidrios actuales cada vez están mejor aislados y, del mismo modo, las carpinterías contemporáneas incorporan rotura de puente térmico lo que se traduce, a efectos prácticos, en una significativa reducción de las pérdidas de energía que se producían a través de los huecos de fachada. Cambiar unas ventanas antiguas con mal comportamiento energético, por unas nuevas, con las carpinterías y vidrios adecuados para cada caso resulta una buena inversión de futuro. El coste de las ventanas se amortizará a medio plazo por el ahorro en electricidad y en combustible que necesitamos para climatizar la vivienda, suponiendo a su vez una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.

5. Ventilación

Las ventanas también deben garantizar una correcta ventilación de la casa, pues tiene también gran repercusión en la eficiencia energética de esta. Una vivienda bien ventilada resulta, que duda cabe, más habitable y sana. Pero ventilar correctamente, haciéndolo a las horas adecuadas, nos ayuda también a refrescar el ambiente interior de la vivienda en verano sin necesidad de recurrir al uso del aire acondicionado. Del mismo modo, las ventanas deben permitir ventilar en invierno de manera suficiente para sanear el ambiente interior pero sin que se produzcan grandes pérdidas de la energía calorífica aportada.

6. Instalaciones y energía

El diseño de las instalaciones y de los sistemas energéticos utilizados resultan fundamentales a la hora de valorar el consumo de la vivienda y su aprovechamiento energético. Tomar nota de algunas de las técnicas empleadas en eco-viviendas e incorporarlas a las viviendas convencionales modernas, nos permitirá crear casas más eficientes.

El aspecto económico y el aspecto ambiental van muy ligados a la energía que se utiliza en la vivienda, lo que implica que la eficiencia energética tenga también un componente social. No en vano, son éstas las tres patas que componen el concepto de Sostenibilidad. Una casa diseñada con criterios de respeto al Medio Ambiente resulta, sin duda, más sostenible socialmente, generando ciudades más limpias y entornos de más calidad,  repercutiendo también en la economía global.  Hay sistemas de instalaciones más o menos eficientes y energías más o menos limpias que podemos incorporar a la vivienda: paneles solares, colectores solares, aerogeneradores, sistemas de intercambio geotérmico, etc. Unas instalaciones bien diseñadas y unas fuentes de energía bien planteadas, donde prime el equilibrio entre la economía y el respeto por el medio ambiente, nos ayudará a tener viviendas más confortables y eficientes.

7. Aprovechamiento energético

El Refugio Inteligente, NOEM NOEM Moderne huizen

Los sistemas de climatización suponen gran parte de la energía consumida en los edificios. El consumo de energía que se necesita para calentar una vivienda, tiene relación con la distribución de ésta, con el tipo de instalación utilizado, el combustible que ésta necesita, con un buen mantenimiento de la vivienda y con la forma de la casa. Un edificio compacto es un modelo de edificación más eficiente para climas fríos. También resulta más eficiente recurrir a sistemas de bajo consumo (en electrodomésticos, por ejemplo) y es más limpio para el medio ambiente el uso de tecnologías que emplean las energías renovables. Este tipo de cuestiones son tenidas en cuenta a la hora de proyectar la vivienda de la imagen por uno de nuestros expertos, autores de la misma.

En general, implantar en la vivienda sistemas y hábitos encaminados al ahorro energético, nos ayudará a que esta sea más eficiente. La instalación de los sistemas domóticos nos ayudaran a optimizar la energía utilizada en casa. Pero, en cualquier caso, resulta de gran valor adaptar las viviendas a la regla de las tres 'R': Reducir, Reutilizar y Reciclar. Repercutirá en la eficiencia energética, y nos permitirá el máximo aprovechamiento de los recursos, haciendo de nuestra casa un entorno más sostenible.

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