Muchas veces al diseñar o decorar nuestra vivienda nos preocupamos de la fachada, el ante jardín o las habitaciones grandes como el living y el comedor. Dejando en un segundo plano lo que nos espera al cruzar la puerta. Contar con una buena entrada es la antesala de lo que vendrá después. Este es el resumen del estilo y de quienes viven en la vivienda. Por lo mismo, en el siguiente libro de ideas daremos a conocer diversos tipos de entradas, para que puedas hacerte la idea de cómo podría ser la tuya.
Este ingreso es muy atípico y probablemente muchos no sean partidarios de un muro en espejo. Sin embargo, la imagen muestra lo contrario y utiliza este elemento de forma magistral para ampliar el espacio y reflejar la escalera en madera.
Este ingreso es mucho más revelador y nos muestra el interior de la vivienda. Un detalle a destacar es el muro curvo que se visualiza a la derecha. Una muy buena elección cuando se quiere separar una habitación en un espacio pequeño y se busca que no sea tan invasiva.
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Este tipo de entradas mantienen el suspenso de lo que te espera hasta llegar a la habitación. Probablemente son una de las entradas más comunes, en las que uno recorre un pasillo largo con varias puertas que te llevan a destino.
Aquí hay otro ejemplo de lo mismo, pero a diferencia de la anterior, el dueño de casa se encargó de poner su sello personal sobre los muros. Y a medida que uno camina por el pasillo puede ir mirando las obras de arte que quizá fueron hechas por él mismo.
Esta entrada nos revela una casa en la que se ocupan todos los espacios. Acá podemos ver que a penas se entra hay un angosto pasillo con dos largas repisas para ingresar a la cocina. Independiente de pensar si estéticamente es bonito o no, deja entrever que el dueño de casa es práctico y sabe que vive en una propiedad pequeña en la que todo espacio cuenta.
Esta entrada es maravillosa y habla mucho de quien habita en la casa. Puede parecer para algunos un tanto desordenada, pero probablemente el espíritu del dueño de casa sea relajado, sencillo y artista. Y esto queda claro desde que se cierra la puerta.
La magia del color, que hermoso el complemento de la madera y el gris. A pesar que la imagen es oscura que alcanza a percibir la elegancia y sencillez del espacio. Si miramos más nos damos cuenta que con un buen color y material como la madera no son necesarios los accesorios.
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Esta es muy hermosa. Ya habíamos mostrado dos muy parecidas pero con menos información. Las puertas abiertas que se pueden ver desde la entrada hablan de una vivienda en la que el estilo y decoración que se incorporó es para mostrarse y no ocultarse dentro de las paredes.
El parquet cuidado prolijamente, el arrimo con luces de neón y las cornisas de hace dos siglos son algunos de los detalles que te invitan a pasar y descubrir los secretos que guarda esta casa.
Una salita de espera ¿Qué mejor? Para no estar parado y aburrido cuando aparezca la persona que buscamos. Es un buen detalle y concejo cuando no queremos que ingrese cualquier persona a nuestro domicilio.
Sin duda esta es una entrada clásica, de aquellas que nos encontramos en la casa de nuestros abuelos o suegros. De seguro bajo el cuadro del árbol hay arrimo. Las puerta de vidrio cerrada y el pasillo que se pierde a la izquierda te dejan encajonado, y te advierten que de ahí no te puedes mover hasta que vuelva la persona que te atendió.
Si te aburres a lo más podrás divisar de lejos las fotos del librero, pero por ningún motivo entrar. A los dueños de esta casa les gusta mantener esta intimidad y es mejor que se respete.
10 diversas entradas para todos los gustos y formas de ser, de seguro ya te identificaste con una.